℗ Sevilla, 2018, Rafael Ignacio Rodríguez Moreno
© Sevilla, 2018, Rafael Ignacio Rodríguez Moreno
Fotografía de Rocío Cuevas
Natura Nostra
A mi amigo y hermano Juanma con quien comparto tantos caminos de nuestra naturaleza, tantas palabras y silencios.
“Todas las tierras, en su diversidad, son una, y los hombres todos son vecinos y hermanos”.
al- Zubaydi, sevillano, siglo X, preceptor del califa al- Hakam II
“Mi padre miraba al mar y decía: Aquí, todo nos sobrevivirá a nosotros y a los que vengan detrás de nosotros. Esta misma brisa la sentirá la gente dentro de cientos de años y se maravillarán de la naturaleza igual que nosotros. Esta, hija mía, es la voz de la eternidad”.
“La atardecida, cuando todo está en silencio y sólo se oye el canto de las cigarras”.
Tariq Alí en “El libro de Salh al-Din”
“… quería regalarte una palabra, la mejor de todas… Compasión. Que, como sabes, es la capacidad de meterse en el pellejo del prójimo y de sentir con el otro lo que él siente… es la única de las grandes palabras por la que no se hiere, no se tortura, no se apresa y no se mata. Antes al contrario, evita todo esto. Hay otras palabras muy bellas: amor, libertad, honor, justicia… pero todas ellas, absolutamente todas, pueden ser manipuladas, pueden ser utilizadas como arma arrojadiza y causar víctimas. Por amor a Dios encienden los cruzados las piras, y por aberrante amor matan los amantes celosos a sus amadas. Los nobles maltratan y abusan bárbaramente de sus siervos en nombre de su supuesto honor; la libertad de unos puede suponer prisión y muerte para otros y, en cuanto a la justicia, todos creen tenerla de su parte, incluso los tiranos más atroces. Sólo la compasión impide estos excesos; es una idea que no puede imponerse a sangre y fuego sobre los otros, porque te obliga a hacer justamente lo contrario, te obliga a acercarte a los demás, a sentirlos y a entenderlos. La compasión es el núcleo de los mejor que somos…”
“Compasión: capacidad para sentir el sufrimiento del otro, el miedo del otro, la necesidad del otro. Entendimiento profundo del dolor de los demás que sólo se consigue tras haber entendido el dolor propio”
Rosa Montero, “Historia del Rey Transparente”